Actualmente, la libertad y la felicidad son dos cosas
primordiales que cada individuo busca alcanzar durante toda su vida. Para ello
se precisa de los valores que posee para construir su vida. Ser feliz significa
que la persona en cuestión tenga las capacidades de alcanzar un equilibrio que
supere a sus conflictos. Esto nos lleva a que es necesario que la persona se
domine a sí mismo y al mundo que lo rodea. La libertad y la felicidad van
ligadas entre sí, ya que al no tener obstáculos para desenvolvernos podremos
llegar hasta el punto de hacer lo que se nos plazca.
Pero hay que tener algo en cuenta, la responsabilidad. Ser
libre y feliz no significa literalmente hacer lo que queramos sin que nada nos
importe, ya que hay que tomar muy en cuenta los efectos que tienen nuestras
acciones en los demás individuos. Nuestra libertad acaba cuando comienza la del
otro.
Algunos jóvenes piensan que la libertad y la felicidad
llegan fácilmente al independizarse de sus padres e irse a vivir solos, pero no
tener una autoridad en casa no significan que lograron sus objetivos, sus
padres solo los encaminaron para que ellos mismos luchen día a día para cumplir
sus mayores deseos procurando el bienestar.
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